[:es]Patrimonio Cultural en la ruta Muros, Vila de Auga e Sal.[:en]Cultural heritage in the Muros town of water and salt tour[:gl]Patrimonio Cultural na ruta Muros, Vila de Auga e Sal.[:]
Desde la Edad Media el puerto de Muros destaca por su producción pesquera, en particular de la sardina, que era exportada a lugares lejanos gracias a la salazón. Desde finales del XVIII la riqueza de estos mares hace que se asienten en Muros, y en el resto de la Ría, numerosos industriales que le dan un nuevo enfoque a esta tradición. Las fábricas de salazón primero y conserveras después, cambian por completo la economía de Muros y los modos de vida de las gentes del mar.
La gran explosión de esta nueva industria tuvo lugar durante el siglo XIX y se prolongó hasta entrada la centuria siguiente. Sin embargo, la sobreexplotación tuvo su reverso y acabó por abocar al cierre a buena parte de las fábricas. Indicamos algunas cuyos restos aún dibujan el paisaje costero.
La familia Sel de Castro Urdiales llegó a Muros a finales del siglo XIX, previo paso por la emigración en Argentina. Aquí crearon una fábrica de conservas fundamentalmente de la sardina, pero que sobrevivió hasta la década de 1970 gracias al marisco. El edificio que albergó la fábrica Sel está visible, rehabilitado, en la salida de Muros hacia Serres y Noia.
En la salida de Muros hacia Carnota, se conservan las ruinas de la fábrica de Joaquín Vieta, con su embarcadero. Desde el Santuario de la Virxe do Camiño se divisan, al otro lado de la ensenada, los Tres Picos, restos de la fábrica Romaní. Y, uno tras otro, a lo largo de todo el núcleo urbano y la costa se van sucediendo los vestigios, a veces ya solo recuerdos, de aquel pasado industrial.